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Función de Las brutas, de Juan Radrigán

La obra se presenta este sábado 25 a las 22.30 y domingo 26 a las 21 en la Enkosala Gladys Ravalle, ubicada en Alte. Brown 755 de Godoy Cruz. Actúan Cecilia Díaz, Paca Llompart, Alicia Casares y Alejandro Manzano, bajo la dirección de Juan Comotti.

imagen Función de Las brutas, de Juan Radrigán

Las Brutas es una obra en tres actos que narra el drama protagonizado por tres hermanas analfabetas de la etnia coya: Justa, Lucía y Luciana Quispe Cardozo-, dedicadas al pastoreo en la pre-cordillera del norte de Chile, donde deciden suicidarse tras dar muerte a sus animales.

El texto se basa en un caso real ocurrido en 1974 a 192 kilómetros al interior de Copiapó. En un caserío del interior fueron encontradas entonces las tres mujeres colgando del cuello con una cuerda de nailon, junto a sus dos perros y 20 cabríos degollados.

En la obra escrita por Juan Radrigán a fines de los ’70 y estrenada en 1980, las hermanas han quedado solas, sin familiares ni amigos. La sequía ha llevado a los vecinos más cercanos a abandonar el lugar. En este contexto, ellas pasan los días trabajando en labores de pastoreo y esperando la visita de algún vendedor itinerante que las contacte con el resto del mundo.

Sobre el autor

Juan Radrigán (1937) es uno de los dramaturgos más relevantes del país. De formación autodidacta, debió trabajar a edad temprana. Desarrolló el gusto por la lectura que le transmitió su madre, quien ejercía como profesora en las salitreras, mientras su padre oficiaba como mecánico de tractores.

Antes de dedicarse a la escritura, fue mecánico de telares, desabollador, vendedor de chocolates, pintor de brocha gorda, albañil, cuidador de una salitrera, cargador de La Vega, carpintero, dirigente sindical y librero.

Sus primeras incursiones literarias fueron cuentos que se publicaron en periódicos dirigidos a la clase obrera, a la que pertenecía y conocía en profundidad.

Esto se refleja en sus obras que distan de la mirada paternalista, compasiva y caricaturesca con que el teatro nacional venía representando a los trabajadores y sectores más desposeídos.
En 1979, a la edad de 42 años, escribió su primera pieza dramática titulada Testimonios de las muertes de Sabina, que lo transformó en la revelación de aquel momento. Posteriormente escribió Las brutas, El loco y La triste en 1980; Hechos consumados en 1981 y el Toro por las astas en 1982, convertidos hoy en clásicos de la dramaturgia nacional.

Buscando materializar la idea de un teatro popular, formó en la década de los ‘80 la compañía El Telón con la que presentó sus obras en poblaciones de la periferia y en Europa.

En la actualidad, sigue escribiendo y suma más de 40 creaciones, protagonizadas en su mayoría por personajes que sobreviven a la desolación, el desencanto, el abandono y la marginación, temas que constituyen el hilo conductor de su obra.

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