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Estudiantes de la FAD innovaron en el diseño de parrillas para asado

Idearon alrededor de 25 maquetas de parrillas que buscan mejorar el proceso del asado de acuerdo a las diferentes cocciones y necesidades. Algunas están en proceso de fabricación y otras se donarán a una ONG.

imagen Estudiantes de la FAD innovaron en el diseño de parrillas para asado

Alrededor de 40 alumnos de segundo año de la carrera de Diseño Industrial de la Facultad  de Artes y Diseño de la UNCuyo idearon parrillas para diferentes usuarios teniendo en cuenta los alimentos, temperaturas y cantidades que hay que considerar a la hora de preparar un asado. En los talleres de esa Unidad Académica se están elaborando algunos prototipos.

Todos los años, el grupo de docentes de la cátedra de Diseño de Productos I de la Carrera de Diseño Industrial de la facultad de Artes y Diseño propone el rediseño de algo que está en el ámbito del mundo objetual, que requiere ajustes o modificaciones para su mejora. Este año se eligió la parrilla por su importancia simbólica con una orientación especial a los diferentes tipos de usuarios.

Sobre la base de esa consigna cada estudiante tuvo que definir el tipo de usuario a través de un trabajo de investigación y una encuesta que desarrollaron utilizando distintas variables que les permitieran captar la diversidad de beneficiarios, para luego, con los resultados, pensar y diseñar un producto que diera respuesta a las necesidades de esas personas específicas.

A partir de la investigación surgieron modelos de parrillas que incorporaron, por ejemplo, a un celíaco de la familia, a un vegetariano y también la posibilidad de familias ampliadas. En ese universo también se pensó la construcción de parrillas portátiles, las que salen a la montaña, por ejemplo, una costumbre cada vez más arraigada en Mendoza.

En esa línea los futuros diseñadores idearon muchos objetos trasladables y desmontables, sobre los que también previeron cómo limpiarlos y dónde llevarlos para evitar que las personas se ensucien o lastimen.

Un dato importante y para destacar es que en todos los casos los estudiantes tuvieron en cuenta la ergonomía, es decir la relación de los objetos con los usuarios a través de factores antropométricos: medidas, dimensiones y cómo funciona el cuerpo.

En la idea trabajaron cerca de 40 estudiantes de la Facultad que presentaron 25 maquetas en escala real. En tanto que otros 15 decidieron fabricar los prototipos en los talleres de la Facultad y 5 de esos equipos se donarán a la ONG Gestión Nativa, una organización que tiene como eje la sustentabilidad y que funciona en Capdeville, Las Heras.

Oscar Jurado, titular de la Cátedra y uno de los promotores de la idea, explicó el proyecto y dijo que los resultados fueron muy satisfactorios y que “el proyecto tiene que ver con un factor local. Cualquiera de los objetos se puede construir en cualquier pequeño taller metalúrgico de cualquier barrio porque no requiere de una tecnología sofisticada, pero al pedir un rediseño el alumno tiene que investigar sobre los materiales, la fabricación y trabajar en todo el proceso, no sólo del asado sino del elemento dónde se hace y ahí es cuando dejan de pensar en recibir la carne terminada para comenzar a pensar en todo el proceso -la leña, las brasas, y otras variables-.

Además de diseñar las parrillas y fabricar los prototipos, los jóvenes tienen pensado hacer una pequeña producción para vender por encargo el día del padre y utilizar lo recaudado en nuevas propuestas.

 

Sobre los modelos

Todas las parrillas están hechas en metal para no encarecer los costos pensando también en la relación costo calidad. En algunos casos se han sumado otros elementos como pinzas, tablas o planchetas para complementar el diseño.

Celina Cattaneo diseñó una parrilla familiar. Cuenta que para ella y para el grupo el proyecto fue una experiencia nueva que requirió de un trabajo de investigación y de encuestas muy interesante.

En la propuesta de diseñar una parrilla orientada a distintos usuarios, Silvia eligió una para una familia tipo de cuatro personas. La hizo con tres módulos, uno principal y otros dos para agregarlos y ampliarla según la cantidad de personas que se sumen al asado. Se trata de una parrilla que no se transporta, es fija, se queda en el hogar. Son piezas que se van apilando para asar y también al momento de guardarla los compartimentos se apilan en uno solo.

Por su parte Octavio Galdeano Portales creó una parrilla transportable, destinada a un usuario que vive en edificio y que tiene que hacer el asado en una terraza, lo que implica trasladar todos los elementos, ya sean para hacer el asado como también los alimentos.

Este diseño ofrece tres tipos de emparrillados. Uno para el asado tradicional con varillas, uno con planchetas enteras y otro con planchetas perforada para que decante la grasa. Las dos últimas tienen distinta altura, son más bajas, están más cerca del fuego debido a que las verduras y las achuras necesitan más temperatura, la distancia facilita la cocción, por lo que la pieza tiene la característica de ser versátil a la hora de cocinar. La idea también es dar vuelta los alimentos con más facilidad, lo que se utiliza una espátula para evitar que se rompan.

La forma surgió de una nave espacial de la saga Star Wars que se llama lanzadera y tiene alas que se pliegan y quedan en forma vertical. También tiene unas manijas desmontables que son magnéticas que se usan sólo para transportarla.

Otra de las futuras diseñadoras, Camila Ríos Cortez elaboró una parrilla para celíacos. Incluye 3 módulos que permiten la separación de los alimentos. Son 3 parrillas que tienen compartimentos separados, lo que impide que los alimentos se toquen entre sí y pueden ser carnes, verduras o alimentos para celíacos. Esta última está elaborada en acero inoxidable porque es un material que impide la absorción de agentes contaminantes y las otras dos de acero negro. Cada una tiene manijas de colores que las diferencian, la roja es para todo tipo de alimentos, la verde para verduras y la amarilla para celíacos.

También los compartimentos para guardarlas están separados. La parrilla tiene un método de encastre, cada compartimento se encastra desde uno de los extremos sobre una placa vertical perforada y en el otro extremo se despliegan las patas que apoyan sobre el piso. Resuelve así el problema de muchos celíacos que no comparten los asados con sus familias porque los materiales con los que están construidas las parrillas conservan los residuos contaminantes.

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