El 6 de septiembre se realizó en el distrito de Tres de Mayo, departamento de Lavalle, la primera reunión organizativa en la que un grupo interdisciplinario -compuesto por la comunidad educativa de Lavalle, el Municipio y la FAD- comenzó a reflexionar sobre el proceso de creación de la obra que tiene como objeto visibilizar la violencia de género como una problemática de Derechos Humanos.
La propuesta consiste en la realización de un mural en el Paseo de la Memoria, que tenga como protagonista a Johana Chacón, a 10 años de su desaparición seguida de femicidio, fecha que se cumplió el pasado 4 de septiembre de este año. Este hecho marcó fuertemente a la comunidad de Lavalle y hoy su nombre, junto con el de Soledad Olivera, son símbolo de lucha contra la violencia de género. La iniciativa busca profundizar las reflexiones y mantener la memoria activa.
La directora del área, Ana Menconi, señaló la importancia de convocar a la comunidad educativa de Tres de Mayo, con la articulación de la Delegación Municipal, porque si bien el hecho atravesó a la comunidad de la Lavalle y a toda la provincia, el lugar de pertenencia de Johana era ese distrito.
Participaron de la reunión, también, autoridades de la Facultad de Artes y Diseño que fueron convocadas para acompañar este proceso y aportar desde su conocimiento la elección de técnicas aplicables al desarrollo del mural. En el encuentro se acordó que será un proceso con varias instancias de encuentro colectivas de las cuales podrán participar otros espacios afines de la zona, para desarrollar una representación de la que todxs se sientan parte.
"Para concretar esta construcción colectiva convocamos a la Facultad de Artes y Diseño de la UNCuyo, que acompañará este proceso desde el compromiso y la concepción artística para crear conciencia", comunicó el municipio a través de la página de Facebook.
Por su parte Silvana Porro del Área de Bienestar y Desarrollo Humano, Claudia Peralta Directora de Carreras de Artes Visuales y Pablo Tornello de la Secretaría de Relaciones Institucionales y Cooperación Internacional de la FAD pusieron en valor la incorporación al grupo para la construcción de una imagen colectiva y de resignificación de un proceso tan doloroso. De igual modo, destacaron el poder transformador del arte para contribuir a que los hechos de violencia no vuelvan a ocurrir.