El incendio ocurrido el pasado 18 de enero en la cúpula del Espacio Contemporáneo de Arte no puede evaluarse como un hecho aislado, sino que forma parte de una serie de acontecimientos que han puesto a Mendoza en estado de emergencia patrimonial.
En una nota entregada el jueves 2 de febrero dirigida al Secretario de Cultura de la Provincia, Lic. Diego Gareca, las autoridades de la FAD expresaron su preocupación por el estado de “los espacios de exposición de las diversas expresiones culturales. Este colapso se debe a la falta de una política visible, que contenga entre sus principios la conservación de estos lugares patrimoniales”.
La suma de falta de inversiones y políticas públicas negligentes en el sector cultural ha dejado a Mendoza sin museos. Esto no solo anula a los artistas, que quedan vedados de exponer sus obras, sino que también se le quita a la comunidad la posibilidad de interactuar con la cultura. Y el acceso al arte, en todas sus formas, es un derecho humano.
“La cultura es un motor de desarrollo social sin el cual no se puede construir un Estado de derecho, una sociedad con identidad colectiva, por lo que no puede ser entendida como un entretenimiento pasajero o un espectáculo: es un concepto amplio, que incluye entre otras cosas la poética, la música, la plástica, el lenguaje, el paisaje, etc. Los museos y espacios culturales son contenedores de algunas de ellas. Y los hacedores culturales son los que le dan el contenido”, analizan.
La imagen del incendio se configura además como una alegoría del estado general de la gestión cultural de la provincia: el Espacio Cultural Julio Le Parc convertido en un balneario, la figura de San Martín banalizada en una serie de afiches, el Museo Municipal de Arte Moderno de Mendoza inundado y el Museo Emiliano Guiñazú – Casa de Fader clausurado por problemas edilicios son las pinceladas que terminan de definir el esperpento.
Las autoridades expresan su solidaridad para con el sector artístico y cultural e instan a los responsables de la gestión provincial a que enmienden los daños ocasionados. A la vez, los exhortan a elaborar un plan sólido de gestión cultural convocando a profesionales idóneos en la materia, con el fin de que la ciudadanía pueda hacer uso del patrimonio de todos los mendocinos.
Al respecto, la nota entregada a Gareca concluye: “Finalmente, también creemos que estas problemáticas las resuelve la comunidad cultural, es decir todos los actores de la producción y la representación, además de los gestores privados y públicos, para lo cual hay que generar los acuerdos que faciliten la cercanías y diálogos necesarios para formular los planes y estrategias para concretar transformaciones”.