La Facultad de Artes y Diseño se convertió el 20 de julio en sede de la Cumbre de los Pueblos, que se realizó paralelamente a la Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur y Estados Asociados en la Ciudad de Mendoza. Como en cada edición de este encuentro histórico para América Latina, participaron representantes de distintos sectores de organizaciones sociales y sindicales.
Durante la jornada, los participantes trabajaron en un documento que, una vez consensuado, se elevó a la Cumbre de los Presidentes, que tuvo como sede central el hotel Intercontinental y se desarrolló entre el 17 y el 21 de julio.
“Por la integración regional contra el neoliberalismo” es el nombre que la Comisión Organizadora de la Cumbre de los Pueblos ha dado a este evento, que reflexionó sobre ejes de análisis como “geopolítica internacional, la situación de América Latina” y los “caminos de unidad del campo popular y la resistencia al avance neoliberal”.
La actividad forma parte del ciclo Cultura, Universidad y Política, que propone reflexionar en torno a la relación dinámica entre estos tres ejes y aportar una mirada profunda y crítica respecto de la actualidad de los espacios de formación artística, la coyuntura política y el vínculo de la Universidad con su entorno territorial y simbólico. Para esto, el Ciclo CUP convocará durante 2017 a diversos referentes nacionales de la cultura, la política y la Universidad.
A continuación se cita el documento elaborado por la Comisión Organizadora de la Cumbre de los Pueblos de cara a la presente edición:
“Nos ha llevado a esta decisión la actual coyuntura regional, donde la derecha avanza apoyada por los representantes del neocolonialismo y necesita, como elemento indisoluble en su objetivo de dominación, destruir los procesos populares que se produjeron en estos últimos años. Para ello, continúan atacando permanentemente y cada vez con más virulencia a los presidentes y dirigentes y, a los pueblos que luchan por continuar este camino de liberación.
Lo que no han ‘perdonado’ es la decisión soberana de decidir como países independientes y haber llevado a cabo un hecho histórico como fue el NO AL ALCA. A partir de ese momento, Estados Unidos con la complicidad de los sectores de poder de nuestros países, se pusieron en acción para realizar boicots económicos y los llamados ‘golpes blandos’ con la utilización de los medios de comunicación hegemónicos.
Es decir, ejecutaron todas las medidas necesarias para apartar a los presidentes de su gestión con acciones totalmente irregulares como Lugo en Paraguay o Dilma Rousseff en Brasil. Y especialmente, contra Venezuela y Chávez como líder del proceso regional. Hasta el día de hoy siguen profundizando estas prácticas para sacar al presidente Maduro, incluso con acciones armadas. Pero no contaron con el apoyo del pueblo y la decisión de no claudicar.
A esto se suman ataques hasta contra Evo en Bolivia o Correa en Ecuador, que a pesar de todo no pudieron evitar el triunfo electora de Lenín Moreno y la continuidad de lo iniciado, así como enormes campañas de difamación y mentiras contra Néstor y Cristina, a través de los medios de comunicación hegemónicos y sectores de poder que intentaron sistemáticamente llevarlos al desgaste.
Los gobiernos populares en estos últimos años han avanzado en los derechos sociales, económicos, labores, educativos. Hoy en poco tiempo, con el avance de los sectores oligárquicos, los pueblos estamos sufriendo el retroceso de esas conquistas.
América Latina, desde hace más quinientos años, ha sido víctima de la voracidad del imperio de turno. Y desde hace siglos lo es de Estados Unidos que la consideró como lo han expresado, como su ‘patio trasero’. Invasiones, genocidios, golpes de estado, desestabilizaciones e injerencias directas e indirectas a través de organismos internacionales.
En forma paralela, los pueblos latinoamericanos hemos enfrentado, de diversas maneras, a los poderes imperiales a través de los tiempos. Por estas razones, tenemos una tradición histórica y cultural común como también el haber formado un conjunto solidario, ideológico, político, regional, en lucha por la independencia. Esto ha ocurrido desde los enfrentamientos con los primeros imperialismos hasta la actualidad. Vemos como se repite esta historia y como nuestros pueblos siguen resistiendo.
En estos momentos es indispensable profundizar el accionar común con los sectores populares de los países de la región que debe estar fundamentada en la unidad y a su vez, respetando la diversidad. La fórmula de la resistencia a la opresión es la unidad popular basada en la unión de todos los sectores del campo popular. Se necesita analizar la situación actual, valorar los cambios que se han producido, debatir y elaborar una estrategia que contemple la situación nacional de cada uno de los gobiernos de nuestros países, la evolución de las organizaciones sociales, los logros alcanzados por algunos de ellos y los temas pendientes
Como ha dicho García Linera, “no es un buen momento en América Latina porque hay una retoma temporal de la derecha…..pero es el momento para que los sectores subalternos, las clases plebeyas, retomen nuevamente la capacidad de organización”.
Nuestro objetivo es luchar para detener el neoliberalismo y defender los procesos populares en nuestra región. Por todos estos motivos es que convocamos a esta Cumbre y proponemos que se realicen encuentros en cada país, para poder llevar un mandato por país a Mendoza donde serán debatidas y así llegar a publicar las conclusiones”.