Cuando el Museo FLICAM, en Shangai, fuera inaugurado a principios de este siglo las autoridades chinas del Programa de Intercambio de Arte Cerámico Sino-Latinoamericano, constituyeron salas con representaciones de Asia, Europa y América del Norte. En distintas etapas artistas de aquellas regiones dejaron a consideración de los visitantes una muestra de cada uno de sus pueblos. Sin embargo faltaba la riqueza autóctona de nuestra zona. Dicha ausencia será corregida ahora con la incursión de sobresalientes maestros cuidadosamente seleccionados y entre los cuales se encuentran los ceramistas Ortiz y Magis. La oportunidad del presente acercamiento importa el frontispicio de la grata nueva, ya que el episodio tiene lugar sobre el cierre de las exitosas Olimpíadas de Beijing cuyo costo para el gobierno chino superó los 9.000 millones de dólares.