Se presentan una serie de dibujos en tinta y acrílicos sobre papel realizados entre 2007 y 2014. Estela Labiano hace del dibujo su lenguaje expresivo único. Trabaja sobre soportes de gran tamaño, comprometiéndose con todo su cuerpo en la creación de la obra. Como ella misma lo define: “Un trabajo casi escénico requiere cierta distancia, en trabajos pequeños la mirada está más condicionada. En el dibujo todo queda presente: el gesto, el error, cada línea, cada mancha lo enriquece expresivamente”. Una dibujante poderosa que llega al límite de la desintegración de las formas para comunicar “interioridad”, mostrando el mundo onírico, de lo absurdo, sin control racional ni estético y, en su caso, renunciando, aunque no totalmente, a la imagen surgida de la inconsciencia.
Según el crítico Andrés Cáseres, “es fundamental el uso del blanco que hace la artista, sobre cuyo fondo va urdiendo la obra, siempre integrando el blanco del fondo, que no es fondo porque todo es bidimensional, ni es blanco porque es blanco tiza, blanco sensible, blanco metafísico. Mapas, planos, itinerarios, constelaciones, guías submarinas, caprichos de la línea que se duplica, multiplica o sólo quiere ser guiones o meros puntos, como un ayuda memoria para construir el laberinto, no el de Creta, tan divulgado y publicitado, sino el que nos llevará al reino de lo inexplorado, a las orillas del mundo, acaso del origen o quizá del fin, pero de un final pleno de gracia y bienestar”.
La misma artista ha asegurado que no le importan los climas de época, sino sólo ser fiel a sí misma:"Volver a caminar con el dibujo, dejando atrás tantas cosas sin resolver y buscar quién sabe qué. Estar en blanco, abandonar lo seguro para sentir la inquietud del vacío" (…) “Me siento liberada de los significados, en el aspecto de hacer algo casi decorativo ¿y si lo hago?, si soy superficial ¿qué? No me preocupa, ni me va a poner mal que me lo digan. Será porque sé que detrás de cada cosa hayan montón de pensamientos e ideas y hay distintas maneras de expresarlas” (…) “Me gusta el dibujo porque con poquitas cosas uno puede resolver una situación, me gusta la economía de medios… me apasiono, sólo con blanco y negro uno puede construir una imagen, una fantasía, con un carboncito, un lápiz. Uno no necesita un gran despliegue.”
Estela Labiano nace en Mendoza, Argentina (1955). Estudió en la Universidad
Nacional de Cuyo, donde actualmente ejerce como profesora de la cátedra de
Dibujo. Durante la última dictadura militar, Labiano se exilia en la ciudad de
Puebla, México, donde dicta clases de escultura en un principio y luego de
dibujo en el Instituto de Artes Visuales de Puebla. A sus 25 años deja por
completo la escultura para dedicarse de pleno al dibujo. “Por esos errores de la
vida, yo hacía escultura…. Me desprendí de eso que era una carga para mí.
Porque yo lo sentía como una carga. Me liberé me di cuenta que ya no tenía
que hacer lo que no quería hacer”, aseguró
Ha obtenido importantes distinciones, entre ellos: Diploma de Honor y Medalla
de Oro al Mejor Promedio. Promoción 1981, Facultad de Artes de la
Universidad Nacional de Cuyo; Primer Premio en el Primer Salón de Dibujo
Joven, Mendoza; Primer Premio en el Primer Certamen de Murales de
Guaymallén; Mendoza; Tercer Premio en el Primer Salón Nacional de Grabado
en la Provincia de San Luis; Primer Premio en el V Concurso Nacional “Las
Américas”, sección Dibujo, Universidad de las Américas, Puebla. México;
Primer Premio en el VI Concurso Nacional “Las Américas”, sección Acuarelas.
Universidad de las Américas, Puebla, México; Primer Premio en el IX Salón
Bienal de Artes Plásticas, sección Dibujo, Mendoza; Primer Premio Adquisición
en el XI Salón Bienal de Artes Plásticas, sección Dibujo, Mendoza; Segundo
Premio Adquisición, Salón Vendimia de Artes Plásticas, sección Dibujo,
Mendoza; Segundo Premio XXXII Salón Nacional de Grabado y Dibujo,
Viedma, Río Negro; Mención Especial del Jurado,. Salón Nacional de Dibujo,
Entre Ríos.
Fuente: museos.buenosaires.gob.ar