REGRESANDO A NUESTRAS RAÍCES

La cestería es una técnica huarpe, sin influencia hispana, practicada desde tiempos inmemorables por este pueblo y que llega hasta nuestros días intacta. Es anterior a la cerámica y sus orígenes se pierden en la prehistoria.

Al humedecerse, el junquillo se hinchaba y el entramado se apretaba hasta volverse impenetrable, lo cual les permitía transportar agua en una especie de bolsa llamada “hunca”. Así mismo, la construcción de las balsas de totora de los antiguos laguneros seguían técnicas parecidas.

La materia prima utilizada es una gramínea conocida popularmente con el nombre de junquillo. Crece en los terrenos arenosos en los médanos del departamento de Lavalle, sobre las denominadas lagunas de Guanacache en el distrito Lagunas del Rosario.

En la actualidad, se elaboran canastos, costureros, semilleras y paneras con la técnica de tejido en junquillo llamada “acordelado”. Algunos canastos y costureros van adornados por pequeños vellones de lana teñida en vivos colores formando guardas geométricas o flores.

Uno de los modelos más comunes es el costurero con hijitos, un recipiente que lleva adosadas dos canastitas, que no son otra cosa que un homenaje a la Pachamama, la madre tierra que cuida a sus hijos.